Monopolio a su merced
Hoy recordé la historia del hermano de un amigo en la universidad. El chico tenía en esa época 30 años (para el 2004), esposa y dos hijos. Sus padres eran familiares del dueño de una universidad reconocida y le concedieron la administración el principal centro de fotocopiado allí.
Para garantizar monopolio, la universidad exigió el cierre de otros 3 centros que había dentro y obligaban a los estudiantes a usar los servicios de ahí (en convenio con los profesores).
El tipo sólo llegaba una vez al día, por 5 minutos, a supervisar el negocio: su único esfuerzo intelectual consistía en agarrar la calculadora y multiplicar el precio de cada fotocopia por la cifra arrojada por el counter de la máquina. Cada noche se llevaba el $ de la caja. Cuando los empleados lo llamaban a notificarle alguna novedad, que lo sacaba de la zona de confort, explotaba de la rabia y los ignoraba. ¿Qué diagnóstico haces?
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