La pregunta mágica en momento de estrés
Un día, mientras corría por la pista, vi que retiraban lentamente la rampa del avión. Había perdido mi vuelo, algo que muy rara vez me ocurre, y comencé a notar como se endureció el estómago y me invadió una sensación enloquecedora. Entonces se me ocurrió preguntarme: ¿De qué modo cambiará mi vida dentro de un año por haber perdido este avión? El efecto fue casi mágico: mi corazón dejó de latir intensamente, se relajaron mis músculos, desapareció el nudo en el estómago y mis intestinos dejaron de revolverse.
Mi cuerpo estaba condicionado a pensar: “Ohh no, ¡otra vez lo mismo!”. Al eliminar la vieja interpretación, mi cuerpo se liberó.
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