Nuestro Nombre no necesita Adjetivos Determinativos

¿Por qué tenemos la costumbre de acompañar nuestro nombre con un "Adjetivo Determinativo" que recalque el oficio que desempeñamos? 
Ingeniero "XYZ, Doctora "KZW”, Carpintero "WTQ"

Aún cuando nuestro oficio sea motivo de orgullo, la condición humana NO MERECE que la limitemos con un prefijo tan sesgado. Por más que hayamos estudiado Leyes/Contaduría/Plomería no es justo que reduzcamos nuestra personalidad a un adjetivo acuñado con habilidades estrictamente profesionales/laborales. ¿Por qué hacemos énfasis en un sólo aspecto de nuestra vida, cuando nuestro infinito albedrío nos invita a tener muchos grados de versatilidad espiritual que los que una simple profesión puede indicar?

Los nombres son sagrados, tan es así que en las épocas de las antiguas civilizaciones la gente solía tener dos nombres: el social (pequeño) y el real (gran nombre). El social era el nombre con que nos llamaban nuestros conocidos, y el real era el nombre privado que se debía proteger con celo y que sólo las personas de confianza conocían, el nombre real no debía conocerlo la tribu vecina porque podías ser objeto de maldiciones. Cuando Moisés le preguntó a Dios: "¿Como te llamas?, Dios respondió "Soy el que Soy". En ese orden de ideas, nosotros los humanos SOMOS LO QUE SOMOS, si nos guiamos por la imagen y semejanza que agudiza nuestro parentesco con el Creador.

Sé que para muchos la profesión es motivo de orgullo, sobre todo cuando ésta refleja un esfuerzo educativo que teóricamente debería "distinguirte” de las personas que no lo han hecho, pero no solo somos la profesiones que desempeñamos, somos más que eso. Y si el objetivo de hacernos llamar Ingeniero TAL, Doctora TAL, Psicóloga TAL para “hacerles ver” a los demás que no somos “cualquiera”, que tenemos un diploma que exige un reconocimiento con el que la sociedad debería tratarnos <- VOZ DEL EGO que deja entrever una desorientada costumbre que debería ser replanteada: no somos lo que le decimos a los otros que somos, somos lo que nuestro dios interior sabe que somos y que, por causa y efecto, eso reflejamos desinteresadamente a la comunidad en la que vivimos, para dejar huellas de amor. Que Feo es obligar a que nos llamen Ingenieros o Doctores, sólo con el fin de "Sacarle en Cara" a la gente su falta de oportunidades para llegar a nuestro nivel educativo o social. ¡El Respeto se gana de otra forma!

Yo, por mi parte, disfruto cuando la gente se equivoca tratando de inferir mi rol laboral, me fascina que me digan que soy músico/periodista/dibujante cuando en realidad (¿por accidente cósmico?) gradué de Ingeniería, Me divierte cuando suponen que soy otra cosa distinta al ejecutor de un oficio con el que actualmente me gano el pan. Y no es que me sienta indignado por la profesión que desempeño, sino que cuando los demás no atinan con “mi rol”, en cierto modo están haciéndome saber que soy un ser humano con la Capacidad de recorrer los campos de la multiplicidad existencial. Se equivocan con mi oficio y, siento un fresco por dentro, puesto que ven en mí a alguien vocacionalmente inquieto. ¡Un Error que me eleva el amor propio!

¡Que lindo es no parecer lo que la sociedad supone que eres! 

¡Y es que, en medio de tanta confusión, no sería descabellado sacarle el jugo a ciertos Trastornos de identidades!

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