Maquiavelo en la Parábola de los Talentos

El Reino de los Cielos se centra en resultados: conclusión a la que se llega después de haber masticado la parábola de los Talentos. ¿Qué tanto hiciste con lo que te dejaron? El inventario inicial sirve como trampolín para la cosecha subsiguiente. “Nunca un hombre había conseguido tanto con tan poco”, fue el Slogan de la película biográfica sobre Howard Stern, locutor de radio norteamericano que se convirtió #1 en audiencia, llegó muy lejos habiendo sido un hombre nerd y feo en sus inicios. A penas adquiere consciencia, el ser humano humano suele compararse con sus semejantes, por eso la adolescencia tiende a ser traumática para muchos que, analizando a sus compañeros de colegio o vecinos, notan que el inventario de sus atributos físico-sociales no fue muy generoso: ¿por qué me dieron pocos talentos mientras a mi prójimo le dieron belleza, carisma y una cuna pudiente? ¿por qué precisamente a mi me tocó ser yo? Enfoca su atención en la carrera de cualquiera menos la suya. Como el buen atleta, debe concentrarse preferiblemente en su carril aunque ligeramente no pierda de vista a las referencias. Pero la vida es competencia sin rivalidad.

En la parábola, todos los siervos duplicaron ganancias menos el tercero. Fue saboteado por ese mismo elemento predominante en la composición atmosférica del infierno: el Miedo. Sepultó el único talento de su inventario y “Lo que se queda quieto, retrocede”. La visión capitalista del señor fue evidente al manifestar “siego donde no sembré” y “recojo donde no esparcí”, exigía resultados sí o sí, esperaba de todo menos excusas. Fue alto el grado de ingenuidad del siervo timorato, su actuar fue inferiocre (ni siquiera mediocre), el patrón esperaba que este obrara <<CON LAS UÑAS PRODUCTIONS>>: fuese como fuese, atravesando un muro si era necesario pero no iba a aceptar un “No fui capaz” como respuesta. ¿Maquiavelo se hacía presente en esta parábola? No dieron detalles de lo que tuvo que hacer el primer y segundo siervo para ampliar su cosecha al 100% ¿qué tan ético habrá sido el desempeño de ambos? ¿tuvieron que pasar por encima de muchas personas para la obtención de logros? Si actualizaran la parábola, en estos tiempos en donde predomina la ley de la escasez, convendría especificar que es posible progresar sin pisotear a nadie: máximo desafío, aunque suene utópico. También hubiese sido curioso escuchar al 2do siervo reclamarle al señor: ¿Por qué a mi dos y a él cinco? refiriéndose al primer favorecido.

Los bancos del futuro comprobarán las sanas intenciones del que reciba un préstamo: “Señor, no ha sido aprobado su préstamo de libre inversión porque presentimos que lo va a gastar en placeres pasajeros”. O la hora de financiar emprendimientos responderían: “Estimado cliente, no fue autorizada la inyección de capital porque, en la prueba de polígrafo, comprobamos que usted será capaz de obrar cruel con los demás para poner a producir la cifra que le entregaremos”. Esto desataría leyes comerciales menos despiadadas.

A veces para conseguir talentos extras debes matar aspectos en ti o atrofiar los de otros: depredación en la selva de cemento. No debería ser arrojado a las tinieblas aquel que se abstuvo de cosechar ostentosamente, evitando dañar a otros. Aunque el arrepentimiento, y el llanto, es lo que le espera al que pasó por la vida sin agregar valor al Universo. El Reino de los Cielos es de resultados pero también de corrección moral y ética.